EL PURA RAZA ESPAÑOLA


Esta raza equina nació en pleno S. XVI, en el mejor momento para la economía y la política de España, no puede más que ser el equilibrio entre la belleza del arte del Renacimiento y la superación del Siglo de Oro, de la que es un fiel reflejo la literatura de la época. El caballo de Pura Raza Española refleja el pasado, el presente y permite intuir un futuro repleto de posibilidades. El éxito está siempre en el equilibrio, por eso, este caballo es una de las razas más valoradas del mundo. La balanza perfecta. El mejor caballo es aquel que vale para todo. Su belleza y su templanza es el resultado del cuidado y el respeto por mantener una sangre limpia, sin cruces y con una calidad genética que pasa de generación en generación.

Una de sus virtudes más valoradas es la versatilidad. El equilibrio psíquico, la armonía de sus formas, su voluntad de trabajo y su inteligencia se ponen al servicio de un potencial que capaz de alcanzar límites inimaginables.

Al caballo de Pura Raza Española lo envuelve una belleza natural a la que se le añade el cuidado de cada detalle que lo completa. Celoso a la hora de admitir influencias externas, conserva la tradición de las señas de identidad de nuestra cultura. La silla española o la vestimenta con zahones, polainas, caireles o sombrero calañés son parte de esos elementos que hacen de la puesta en escena del PRE una auténtica joya visual que permanece indeleble al paso del tiempo.