El caballo español es nobleza, tolerancia, dureza, corazón y valentía. Con estas características se convierte en un caballo válido para todo, incluso para tener una buena experiencias sobre su lomo sin antes haber montado a caballo.
Esta especie no es fruto de la casualidad, se consiguió afinando las características naturales de un caballo trabajador, dócil y resistente, lo que lo convirtió en el aliado perfecto del hombre para ganar batallas en época de contiendas o como herramienta indispensable en la agricultura.
A medida que la tecnología le fue ganando terreno a la fuerza animal, el caballo de Pura Raza Española se ha ido perfeccionando en disciplinas como el rejoneo, los concursos de acoso y derribo o en los de Doma Vaquera, vertientes en las que destaca por su enorme capacidad de trabajo y valentía, que le permite ir contra el instinto equino para salvar adversidades naturales o incluso los cuernos de un toro bravo.